“Lady
Godiva (principios
del siglo
XI)
fue una dama anglosajona,
famosa por su bondad y belleza, quien estuvo casada
con Leofric (968–1057),
conde de Chestery
de Mercia y
señor de Coventry.
Su nombre anglosajón Godgifu o Godgyfuquiere
decir gift
of God («regalo
de Dios»); Godiva es la versión latina del nombre. Esta dama,
compadecida de los sufrimientos y apuros de sus vasallos,
a los que su marido esquilmaba con tributos abusivos,
se solidarizó con ellos. Construyó junto con su esposo, cuya buena
administración es destacable, el monasterio de Coventry.
Cuando
la ambición se apoderó de su esposo, ella le pidió que rebajara
sus impuestos. El conde accedió, pero con la condición de que Lady
Godiva recorriese Coventry acaballo,
sin más vestidura que su largos cabellos. La dama así lo hizo, no
sin antes acordar con sus vecinos que éstos se encerrarían en sus
casas para no perturbarla en su desnudez.
El día elegido Lady Godiva se paseó desnuda por el pueblo, montada
en su caballo, mientras todos los vecinos de Coventry permanecían en
sus casas encerrados y con las ventanas cerradas.
La leyenda,
que según los historiadores puede estar basada en una historia real
—al menos parcialmente—, finaliza aclarando que Leofric,
conmovido por el gesto de su esposa, cumplió su promesa y rebajó
los impuestos.
Todos
los ciudadanos se encerraron en sus casas, menos un sastre conocido
más tarde como Peeping Tom (Tom el mirón). Según la leyenda, el
sastre no pudo resistir ver a su señora desnuda a través de un
agujero en la persiana, y se quedó ciego por ello. Además, la
expresión pasó a designar en el idioma
inglés a
quien en castellano se
llama mirón y
en francés voyeur.”texto de la Wikipedia
¿Cómo
puede haber una ceguera de origen psicógeno?A
través de las leyendas, de la mitología vemos cómo el hombre ya ha
“intuido” las claves de la neurosis. Los ojos no perciben sólo
las modificaciones del mundo exterior importantes para la
conservación de la vida, sino que también aquellos objetos que se
elevan a categoría de elección erótica: la sensualidad, los
“encantos”...Igual
ocurre con la boca, que no sólo es para comer, también para besar,
para hablar... Es decir, un mismo órgano tiene doble función en
relación a dos grandes instintos y es sabido que no se puede servir
a la vez a dos señores. Surge así un conflicto en el yo a causa de
los dos instintos y
hay una represión, en este caso que hablamos de la vista, del placer
sexual visual, con la consecuente perturbación en la visión que
responde a la siguiente fórmula en el interior de la persona: “por
haber querido hacer un mal uso de tus ojos, utilizándolos para
satisfacer tu sexualidad, mereces haber perdido la vista”. La
explicación coincide con la que se halla en esta leyenda, donde
todos los vecinos se recluyen en sus casas para hacer menos penosa la
exhibición de la bella mujer desnuda, pero el hombre que espía
pierde, en castigo, la vista. Es la idea del Talión. Hay casos
célebres en la literatura psicoanalítica, en los historiales
clínicos donde por ejemplo, un caso de una pianista que no podía
realizar movimiento alguno con los dedos de la mano, una parálisis
histérica, guardando
una estrecha relación con la masturbación.
Laura
López psicóloga-psicoanalista
Telf
610865355