sábado, 5 de abril de 2014

LA GRAN EVASIÓN de CHARLES BUKOWSKI



Escucha, dijo, ¿has visto alguna vez un montón de cangrejos en un
cubo?
No, le contesté.
Bueno, lo que ocurre es que de vez en cuando un cangrejo
se sube encima de los demás
y empieza a trepar hacia el borde del cubo,
entonces, cuando está a punto de escapar
otro cangrejo lo agarra y le hace caer
¿en serio?, pregunté.
En serio, dijo, y este trabajo es así mismo, ninguno
quiere que algún otro salga de
aquí ¡ así son las cosas
en correos!
Te creo, asentí.
Justo en ese momento se acercó el supervisor y dijo:
estabais hablando,
no se puede hablar en este
trabajo.
Llevaba allí once años
y medio.
M levanté de la banqueta y trepé hasta el
supervisor
y luego me aupé y conseguí
salir de allí.

Fue tan sencillo que resultó increíble,
pero no me siguió ninguno de los otros.

Y a partir de entonces, cada vez que comía patas de cangrejo
me acordaba de aquel sitio.
Debí de acordarme de aquel sitio
unas 5 ó 6 veces


antes de pasarme a la langosta“


      Habla de una teoría conocida como el síndrome de la cesta de cangrejos, según la cual alguien que está intentando salir de una situación desfavorable, las personas que la rodean no se prestan a ayudarle e incluso hacen todo lo posible para que no salga de ella.
     Hay relaciones bastante neuróticas en las que anidan fantasías acerca del crecimiento del otro, de la soledad, de cómo cambiará la relación si el otro se encuentra en otra posición...creer que el otro le pertenece, atarle a las cadenas de sus inseguridades, sentirse en el cobijo de esa “pobreza”, lo paralizan en el abismo, en la angustia de la puerta abierta al mundo y que en ese proceso de identificación, le toca cuestionarse los miedos y el crecimiento propios. Ahora bien, la decisión es la que te lleva a ir encontrándote a las personas adecuadas en tu vida. Si no, no lo tienes claro. Según en la teoría en que vivamos así será nuestra realidad. A partir del psicoanálisis, ya no vale culpar al exterior. Muerto el tirano, me di cuenta que el tirano era yo.
Laura López psicóloga-psicoanalista
Telf.: 610 865 355

miércoles, 29 de enero de 2014

LEYENDA DE LADY GODIVA

 
   “Lady Godiva (principios del siglo XI) fue una dama anglosajona, famosa por su bondad y belleza, quien estuvo casada con Leofric (968–1057), conde de Chestery de Mercia y señor de Coventry. Su nombre anglosajón Godgifu Godgyfuquiere decir gift of God («regalo de Dios»); Godiva es la versión latina del nombre. Esta dama, compadecida de los sufrimientos y apuros de sus vasallos, a los que su marido esquilmaba con tributos abusivos, se solidarizó con ellos. Construyó junto con su esposo, cuya buena administración es destacable, el monasterio de Coventry.
Cuando la ambición se apoderó de su esposo, ella le pidió que rebajara sus impuestos. El conde accedió, pero con la condición de que Lady Godiva recorriese Coventry acaballo, sin más vestidura que su largos cabellos. La dama así lo hizo, no sin antes acordar con sus vecinos que éstos se encerrarían en sus casas para no perturbarla en su desnudez. El día elegido Lady Godiva se paseó desnuda por el pueblo, montada en su caballo, mientras todos los vecinos de Coventry permanecían en sus casas encerrados y con las ventanas cerradas.
La leyenda, que según los historiadores puede estar basada en una historia real —al menos parcialmente—, finaliza aclarando que Leofric, conmovido por el gesto de su esposa, cumplió su promesa y rebajó los impuestos.
Todos los ciudadanos se encerraron en sus casas, menos un sastre conocido más tarde como Peeping Tom (Tom el mirón). Según la leyenda, el sastre no pudo resistir ver a su señora desnuda a través de un agujero en la persiana, y se quedó ciego por ello. Además, la expresión pasó a designar en el idioma inglés a quien en castellano se llama mirón y en francés voyeur.”
texto de la Wikipedia 
 
¿Cómo puede haber una ceguera de origen psicógeno?A través de las leyendas, de la mitología vemos cómo el hombre ya ha “intuido” las claves de la neurosis. Los ojos no perciben sólo las modificaciones del mundo exterior importantes para la conservación de la vida, sino que también aquellos objetos que se elevan a categoría de elección erótica: la sensualidad, los “encantos”...Igual ocurre con la boca, que no sólo es para comer, también para besar, para hablar... Es decir, un mismo órgano tiene doble función en relación a dos grandes instintos y es sabido que no se puede servir a la vez a dos señores. Surge así un conflicto en el yo a causa de los dos instintos y hay una represión, en este caso que hablamos de la vista, del placer sexual visual, con la consecuente perturbación en la visión que responde a la siguiente fórmula en el interior de la persona: “por haber querido hacer un mal uso de tus ojos, utilizándolos para satisfacer tu sexualidad, mereces haber perdido la vista”. La explicación coincide con la que se halla en esta leyenda, donde todos los vecinos se recluyen en sus casas para hacer menos penosa la exhibición de la bella mujer desnuda, pero el hombre que espía pierde, en castigo, la vista. Es la idea del Talión. Hay casos célebres en la literatura psicoanalítica, en los historiales clínicos donde por ejemplo, un caso de una pianista que no podía realizar movimiento alguno con los dedos de la mano, una parálisis histérica, guardando una estrecha relación con la masturbación.
Laura López psicóloga-psicoanalista
Telf 610865355